< Volver a Lanzamientos Bill Callahan Apocalypse

6 junio, 2011 | | No Comments »

Después de veinte años componiendo y editando con su propio nombre o bajo el alias de Smog, llegó un día en el que hubo tantos discos de Bill Callahan que dejamos de contarlos, sabiendo que en cualquier momento podríamos volver a ellos. El estadounidense siempre va a estar ahí para salvarnos de cierta masa neo-folk que cree que para tener un estilo alcanza con dejarse crecer la barba, usar camisas a cuadros y ponerse unos anteojos vintage. Los discos de Bill Callahan no son cool: son la posta. Si hay “cine de autor”, esto vendría a ser “música de autor”, con un punto de vista personal, una postura estética, preocupación por los detalles y la ambición de crear una obra única e inagotable. No hay muchos tipos más en los que se pueda confiar así, sabiendo que cada disco nuevo va a seguir sorprendiendo y va a seguir influyendo. O, como decía Heráclito: “no nos bañamos dos veces en el mismo río”. En el caso de Apocalypse, ese río es en realidad el lecho reseco de un arroyo en medio del desierto. Un álbum sobre el western y los grandes mitos estadounidenses, en el que Bill Callahan habla de David Letterman, imita el chiflido de la serpiente de cascabel y escribe desde el punto de vista de un caballo. Lo dicho: un álbum western, pero no country. Con su voz grave y ácida, Callahan conduce una manada de canciones salvajes por un territorio sin fronteras, hacia el acantilado. Su banda toca como si fuera un solo hombre, sin hacerse preguntas sobre los géneros. Es música norteamericana entre el cañón y el cielo estrellado, con rastros de folk, de blues, de soul, de rock, incluso de afrobeat (el extraño transe deshidratado de “America!”).

Canciones emocionantes, fluidas pero complejas, atravesadas por arreglos imprevisibles, inesperados rasgos de frescura en un disco tenso y agobiado por el sol. Es Bill Callahan en su cenit, nunca a la sombra de un cliché. / Stéphane Deschamps

(Drag City)